El entrenamiento optimizador (EO) es “aquel entrenamiento que incluye planificación, diseño, ejecución y control de las tareas del deporte practicado, y cuyo objetivo es el rendimiento del SHD en todas las competiciones en que participe a lo largo de su vida deportiva” (Romero y Tous 2010, prólogo de Seirul·lo, párrafo 1); “se podría decir que este entrenamiento, fundamentalmente, prepara al deportista para competir, requiriendo que las tareas de entrenamiento se realicen en un entorno y unos elementos del todo específicos al juego” (Tarragó et al., 2019, p. 105-106), y se lleva a cabo fundamentalmente en el campo o en la pista de entrenamiento. Este artículo explica los fundamentos y las características principales del entrenamiento optimizador. En este contexto el EO supone el intercambio, cooperación y sinergia entre la totalidad de los sistemas que conforman las estructuras del SHD favoreciendo una capacidad funcional diferente que ninguna de ellas dispone por separado.
↑ «El Europa, otra vez eliminado ante un Jerez que remonta». La Masía alberga alrededor de 75 jugadores, la academia es una de las más caras de Europa, operando con un costo de 6 millones de euros al año, cuyo gasto principal son los dormitorios. Esta preferencia se alcanza a través de la intención de la tarea que está dirigida por medio de reglas, espacios y número de jugadores participantes que son variables y se adaptan al objetivo. Esta relación con la especificidad, en el EO, se establece mediante el carácter de las SSP, diferenciándolas según la orientación general: la naturaleza y organización de la SSP son parecidas a las manifestadas en la competición, pero con una baja carga cognitiva específica; la orientación dirigida: la naturaleza y organización de la SSP son parecidas a la competición. El EO permite y posibilita generar, a partir de las situaciones simuladoras preferenciales (SSP), propuestas prácticas que interaccionan y se acercan al deporte practicado. La temporada 2007-08, conmemorativa del centenario del Club, la camiseta adoptó un diseño que combinaba el escapulario con el cuello azul de los primeros años.
Se estudiará el diseño de situaciones de práctica, por medio de estas SSP, las más próximas posibles a la realidad del juego y a su lógica interna, promoviendo tareas en las que los jugadores tengan que resolver continuamente situaciones diversas, generando respuestas tanto voluntarias como involuntarias facilitadas por la práctica extensiva. Cada SSP requiere la intervención de diferentes sistemas o estructuras del SHD que el entrenador tendrá que identificar. El EO tiene que suponer la interactividad, cooperación y asociación entre la totalidad de los sistemas que conforman las estructuras de los SHD. Entendiendo que el EE tiene por objetivo, fundamento y medida el SHD (Arjol, 2012), su propuesta práctica ofrece un nivel elevado de interacción en la competición del deporte practicado. Las características y capacidades de los SHD serán la guía de su proceso de entrenamiento, atendiendo siempre al desarrollo de las diferentes estructuras desafiadas por medio de las SSP. Las SSP conforman las sesiones de entrenamiento, las cuales configuran el ciclo de entrenamiento, que al mismo tiempo representa la unidad funcional de la organización del EE. Por último, se diferencia de los defensas de medio campo y los lateral volante en cuento estos partes de los costados, pero no buscan las bandas al ataque, sino que suben volanteando por el centro del campo.
Por medio de la praxis, el EO pretende conseguir la estimulación y el desarrollo de las capacidades del SHD mediante sus estructuras, según su nivel de desarrollo y maduración físico-cognitiva, atendiendo a la especificidad posicional, la temporalidad cronológica y a las características que definen al deportista. Se entiende por SSP la generación de acontecimientos y conjuntos de situaciones que predispongan a un estado de acción y respuesta en un entorno creado que invita a la imitación de comportamientos que serán simuladores del juego-deporte, y que inciden de forma preferencial en las diferentes estructuras que configuran el SHD. El EO respeta la autoestructuración y propone diferentes tareas y estímulos de entrenamiento de forma adecuada, consolidando la evolución del SHD y su disposición óptima para competir. Varias autorías han clasificado las SSP determinando una organización de las tareas según diferentes niveles de aproximación, especificidad y/o concreción (Moras, 1994; Schelling & Torres-Ronda 2016; Seirul·lo, 2009). Seirul·lo (1998), clasifica los ejercicios de fuerza según el nivel de orientación y aproximación a la competición, categorizándolos en generales, dirigidos, especiales y competitivos. Así, el EO se organiza en unidades microestructurales mediante las SSP (Seirul·lo, citado por Ribera, 2009), volviéndose como práctica de entrenamiento específico y diferencial para los llamados deportes de equipo.